jueves, 27 de octubre de 2011

Masoquista

Me gusta lo difícil, los retos, lo que cuesta conseguir... Si me dices a todo que sí, al principio bien (pero muy muy al principio), pero en seguida, me canso, me aburro, hasta me pongo de mala leche... No puede ser que te dé igual todo siempre, o que te parezca bien todo lo que digo, o que me digas continuamente: -lo que tú quieras...; -¿Quieres cenar?, ¿tienes hambre?, -bueno, lo que tú quieras, comemos cuando tú digas... ¿¿¿¿Cómor????, no hombre no..., ¿tienes hambre o no tienes hambre?, ¿sí o no?, es tan fácil como contestar a esa pregunta y punto. -Lo que tú digas..., lo que tú quieras..., cómo tú veas..., ¡uf! qué aburrimiento por favor.
No se puede estar todo el rato diciéndole a una persona que te vuelve loco, que te encanta, que es maravillosa, que es preciosa..., no se puede, debería estar prohibido..., porque no es verdad, porque cansa, satura, hace que esa persona quiera huír, escapar..., hace que esa persona adulada se sienta superior, demasiado superior..., hace que pierda el interés, que sea demasiado fácil, da la sensación de que está todo hecho..., aburreeeeeee
Ya sé que tengo una personalidad complicada, me creo que quiero una cosa y luego resulta que no, que tanto amor que quería era una fachada, que sola estoy que te cagas, me lo paso en grande, duermo en mi super cama yo sola más agusto que ná, me extiendo por ella, me cruzo, hasta me pongo en diagonal... es genial. No escucho ronquidos en mi oreja, duermo sola, agustisísimo... Me levanto cuando quiero, como a la hora que me da la gana, salgo y entro y no digo ná, sin explicaciones. Adoro vivir sola, sin pareja, tú en tu casa, yo en la mía..., cuando queramos vernos, nos vemos..., que queremos dormir juntos, pues dormimos junticos..., pero después de eso, tú pa tu casa y yo en la mía...
Una de las conclusiones más claras que saco de todo esto es, que soy, como dice la canción, um coraçao leviano que nunca será de ninguém... y me encanta...