martes, 1 de noviembre de 2011

Insatisfacción crónica

Y ahora se va el amor, se va el ¡qué preciosa eres!, el ¡guapa!, el ¡me encantas!..., se ha ido... fiuuuuu. Yo pensaba que quería que se fuera, e hize lo imposible para que pasara. Ahora, en frío, todo me da miedo; me da miedo pensar que lo he tratado mal, me da miedo que a él se le pase ese amor por mi, me da miedo que puede ser que haya perdido la oportunidad de estar con alguien que me quiere y que me trata como pocas personas me han tratado...
Es posible que no esté acostumbrada a que me traten tan bien, es triste, ¿verdad? Me parece tan triste...
No sé qué pensar, soy una contradicción andante, y creo que nadie me entiende ni me va a entender nunca. Cómo le explico yo a este chico que me agobia que me trate como una reina, que me lleve entre algodones... Pues claro, es muy difícil...
Ayyyyyyy, no sé qué me pasa, no soy féliz y no creo que lo vaya a ser nunca, otra cosa muuuuyyy triste. Murcia me mata, me mata el espíritu. Hace mucho que no escribo una canción. Hace tiempo que pienso que soy muy rara, que se me pasan unos pensamientos por la cabeza que poca gente los tiene; que este mundo da asco, las personas que lo habitan dan asco, yo doy un asco que te cagas... Es todo tan sumamente asqueroso que a veces, por mucho que una quiera, las fuerzas se vienen abajo y la mente se derrumba..., no hay arreglo, NO HAY ARREGLO
Brutales pensamientos, hay que tener mucha fortaleza mental para poder soportar, para poder encarar, para no tener ganas de mandarlo todo a la mierda y beber y beber alcohol hasta ahogarme con mi propio vómito.
No me aguanto, y no aguanto este mundo, o a la inversa. Ni Krisnamurti, ni Osho, ni Buda, ni Perris... O como alguien me decía el otro día hablando de comida me parece, o de otra cosa: -"pues los monjes saorís, se tiran meses sin pensar ni comer...", jajajaja, ¿tú me has visto cara de monje saorí?, ¿eh?, jajajaja, como si fuera tan fácil..., a esos monjes los preparan desde que nacen, y a mi, aunque me educaron bien y con mucho cariño, cuando nací nadie me dijo nada en claro, al revés, se dedicaron a contarme mentiras sobre la vida y a hacerme creer que todo es estupendo ¡JA! Y menos mal que en mi casa siempre han sido izquierdosos y muy leídos, y eso me ha hecho crecer con una mínima cultura y tener la capacidad de pensar por mi misma.
Me doy pena, porque sé que nunca nada me va a convencer, que nunca nada me va a satisfacer, porque sé que no me voy a conformar jamás. Lo peor de todo es que no soy tan inteligente como pensaba, la inteligencia es la capacidad de adaptación, y yo no me adapto. Me doy cuenta que, aunque casi siempre con el espíritu crítico y una visión realista de las cosas, aún así, me queda una inocencia infantil que hace que me ilusione y piense que no puede ser todo tan malo o tan falso, o tan vomitivo... Y la ostia es enorme después, y no mucho después, no, es en seguida. Batacazo.
Y ahí es donde yo me planteo, aparece alguien que me quiere, que me trata genial... Y yo me agobio. Se va porque le digo que se vaya, y pienso en él, me da miedo que deje de quererme...
¿No he contado ya el asco que me doy?