lunes, 26 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca,
no te salves.
No te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

Pero si,
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas,
entonces,
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti 

Rápida como el viento

Voy veloz, tomando decisiones, me asombro de mi misma, o conmigo misma. Me parece un nuevo estado, y lo mejor es que no me cuesta, me sale solo.
Es de las pocas veces que resuelvo una problema de amor usando la cabeza, ¿será bueno?, será como todo, ni malo ni bueno, situacional, real, mental, sexual, espiritual, actual...
Dudo, ¿eh?, si me pongo dudo.
Pero voy veloz, y en la velocidad hay poco margen de duda, no da tiempo a pensar mucho. Darle vueltas a las cosas, no, basta, quiero primeros impulsos, volver a confiar en mi instinto, salvajemente; con lo que se ve, se percibe y descubro a través de quien me mira, y muchas veces no hace falta ni que me miren, los miro y lo sé, observo y lo sé..., me gusta saberlo, esa conexión la necesito para siempre.
El estado más salvaje, un aroma, una mirada, un gesto..., ver más allá; porque ya nos conocemos, nos hemos saboreado y olido mutuamente, sólo con abrazarle y sentir su olor le reconozco y me siento en casa.
En el fondo es duro, sentimos, pero el pasado le puede. Lo entiendo, me jode, valoro su sinceridad, me jode... Es que estaba ya en casa... jode, sí.
Más vale antes que tarde, o antes tarde que nunca, pero con lo rápida que voy últimamente no creo que llegue tarde, porque yo voy muy bien de ritmo, a lo mejor se les hace tarde a otros, nunca se sabe... y eso sí que es lo mejor de todo, que no se sabe jamás lo que puede ocurrir, qué maravilla, ¿no?
Me quedo con ese pensamiento tan fantástico, la incertidumbre, y ahí me reitero y sigo oliendo, degustando, escuchando a mi lado más salvaje, que tiene tanto que decir y que dar...